miércoles, 27 de mayo de 2020

El infierno de Gabriel - Sylvain Reynard

Quiero decir esto antes del estreno de la película.
Al ver los adelantos que se han ofrecido, las fotografías, el cast y el trabajo de todo un equipo detrás, no hay duda de que será una fiel adaptación del libro como se espera. Los personajes escogidos para la interpretación son perfectos y sé que así mismo será lo que cada uno dé de sí mismo, tal cual está descrito en el libro.
Un libro llevado a la pantalla es el mayor logro de un autor y en el caso de Sylvain Reynard, es su bendición.
Gabriel es un personaje que aunque detesté en los primeros capítulos del libro, luego se ama y más, cuando por fin reconoce a su Beatriz en esa escena del ascensor. A partir de ese momento las cosas cambian.
Sí, es seductor, así como dice que es un imán para el pecado y la lujuria y su pasado no sea algo de lo que se sienta orgulloso, a pesar de todo, es un hombre fino, ilustrado, elegante (y de pocas pulgas) pero que tiene una forma de adorar a la mujer que ama que deja sin aliento. Sin embargo, lo que me impactó del personaje fue su cambio en el segundo libro, porque su éxtasis (a diferencia de lo que muchas pensaron) no se trata de solo sexo sino de lo que nunca imaginó hacer; buscar un acercamiento con Dios en su casi exilio y ver el mundo y a sus semejantes de otra manera. Es como (y pondré el ejemplo) la “inflamación” de Santa Teresa de la que habla Dan Brown, (“éxtasis” según la escultura) Gabriel lo consigue porque cuando Dios toca con fuego, el corazón del hombre tiene un vuelco radical, no es el mismo jamás y cuando Dios es primero en el corazón, lo demás es añadido y eso lo hace a él un hombre de verdad en toda la extensión de la palabra. Un hombre no es aquel que piensa sólo en sexo, ni el que mejor lo hace, ni el que lo presume y demuestra con cuanta mujer se le cruza, ese no es un hombre, ese es un monigote que también es usado. Un verdadero hombre es el que primero busca a Dios para después poder dar porque si tiene a Dios en su corazón lo tiene todo y él, Gabriel, por ser un hombre que después tiene ese acercamiento y demuestra el cambio, reconociendo que todo en su vida lo ha hecho mal y que aún siendo un pecador era bendecido, un hombre así, no fallará nunca como pareja y eso es lo que lo hace un hombre perfecto.
Ese es un hombre para querer toda la vida.
No sé que tantas películas y series ha hecho Giulio a lo largo de su carrera, pero sin duda este ha sido su mejor proyecto, ningún otro papel lo ha de llenar como este de Gabriel y debido a eso verá su vida de otra manera, (e imagino que reflexiona sobre eso) Es un papel superior y el mejor personaje que ha podido interpretar, no sólo para su crecimiento como actor, sino para su crecimiento espiritual y emocional. Se le puso un listón alto y lo ha sabido interpretar a la perfección, cualquier otro proyecto en el futuro debe escogerlo muy bien porque no lo verá igual y otro personaje (de libro si es el caso) le hará estudiar la posibilidad de (a excepción de Mr. Darcy) seguir en ese pedestal o bajar de categoría desprestigiándolo y creo que la imagen que ha levantado estos últimos meses le hará pensar porque Gabriel es un hombre intenso en todos los sentidos y hacer algo fuera de él, no será sencillo por todo lo que conlleva. Sí, es cierto que tampoco va a encasillarse pero por los momentos es mejor que él, Giulio, viva su “éxtasis” como Gabriel, en una historia que como lo dice su autor, el eje es el amor, la redención, la familia y el perdón.
Y la redención llega.
Esta no es una historia para verla de manera carnal sino de manera espiritual.
Y por eso es diferente.
Y por eso, la bendición.


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